Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el flamenco, ese arte de origen andaluz y resultado del extraordinario mestizaje de las culturas gitana, árabe, cristiana y judía, tiene aquí, en la comarca de La Janda, mil y una huellas.

Huellas profundas, de quejíos que llegan a lo más "jondo" y sacuden el alma; que desde tiempos inmemoriales han acompañado, cantado, los sinsabores, ilusiones, amores y desamores de sus pobladores, campesinos, pescadores…

Quejíos que, acunados en hogares, patios, balcones, peñas… son parte destacada de una extensa cultura oral y que han latido y laten de una forma muy especial en nuestro corazón; ese territorio de extensas planicies, cultivos y cautivadores sabores, Paterna de Rivera, que "parió" uno de los palos de este arte universal, la petenera, y a muchos de esos grandes que han elevado el flamenco a los altares.

Repostería de La Janda
Grandes figuras del flamenco


GRANDES FIGURAS DEL FLAMENCO

En la larga senda del flamenco en La Janda hay miles de pisadas. Pisadas de cantaores, bailaoras, guitarristas, palmeros… que se extienden de norte a sur y de este a oeste.

Huellas que, de mayor o menor profundidad, han sido y son un digno homenaje a nuestro arte más universal, con el ‘nacimiento’ constante de nuevos valores.

No obstante, sus grandes figuras, esas que se han hecho un hueco en el Olimpo del flamenco, están íntimamente ligadas a la petenera y a Paterna de Rivera, como Dolores La Petenera, El Perro de Paterna, Rufino de Paterna y El Niño de La Cava, hijos predilectos de la localidad.

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La petenera, como palo

Pocos territorios tienen el enorme privilegio de haber ‘parido’ un palo del flamenco y entre ellos está La Janda, Paterna de Rivera, con la petenera, cuyo origen está directamente ligado (le da nombre) a su cantaora de referencia, Dolores La Petenera.

Según algunos investigadores, es un estilo que se emparenta con la zarabanda (XVII), constando de  una estrofa de cuatro versos octosílabos que pasan a convertirse en seis o más debido a la repetición de algunos.

La petenera, a la que se considera uno de los palos más enigmáticos del flamenco, se caracteriza por sus letras tristes y melancólicas, que se interpretan de modo lento y sentimental.

 Este cante, rodeado de cierto halo de superstición, es protagonista del poema ‘Gráfico de la petenera’, del universal Federico García Lorca.

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Eventos de flamenco


EVENTOS DE FLAMENCO

Si eres amante del flamenco, de sus raíces. Si te gusta adentrarte en él, en sus entrañas, y, sobre todo, deleitarte con sus voces, toques y bailes, en La Janda te invitamos a participar, a vivir, en sus numerosas y destacadas citas.

Actuaciones que, impulsadas por peñas, colectivos vecinales y administraciones públicas, tienen lugar a lo largo de todo el año en peñas, teatros y chancas, de la mano de escenarios tan relevantes y únicos como el Concurso Internacional de Cante por Peteneras y tan frescos y marineros como el Festival Flamenco Atún Rojo de Almadraba.

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Flamenco y gastronomía

El flamenco es difícil de entender sin una buena copa de vino de la tierra, de un exquisito queso o embutido de la zona o de, aunque os pueda sorprender, una sabrosa tapa o ración de manjares tan de La Janda como el conejo de campo o la perdiz.

Maridaje que, de un modo u otro, ofrecen los distintos escenarios que (de forma muy especial en verano) en la comarca se abren al flamenco y que tiene sus grandes templos en Paterna de Rivera.

Y es que cantaores de la grandeza de El Perro de Paterna, Rufino o Niño de la Cava unieron su pasión por el flamenco con su amor por la buena gastronomía local, abriendo bares y restaurantes que aún tienen abiertas sus puertas.

Restaurante como el de El Perro de Paterna, en el que la familia del cantaor sorprende a sus clientes con exquisitos guisos de tradición de la zona y un sinfín de recuerdos del artista, o el Bar Rufino, a pie de carretera, en el que, entre exquisitos aromas de conejo de campo, aún podemos celebrar la presencia del cantaor paternero entre mil y una fotos de gran des momentos.

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PEÑA CULTURAL FLAMENCA LA PETENERA

Reflejo del gran sentimiento que envolvía y sigue salpicando a Paterna de Rivera en torno al flamenco y su palo, la petenera;  en 1981 se fundó una de las peñas más señeras de la provincia de Cádiz, la Peña Cultural Flamenca La Petenera.

Presidida en su primera etapa por Juan Marín, pronto se convirtió en el corazón de un arte que, por entonces, estaba representado por las voces, aún vivas, de El Perro de Paterna, Rufino de Paterna y Niño de la Cava.

Por su escenario que, como puedes comprobar, representa  la calle Pozo de Medina, lugar en que vivió  Dolores La Petenera, han pasado artistas consagrados y otros jóvenes flamencos, ya que uno de sus principales objetivos es la promoción de este arte universal.

Eventos  a los que se han unido zambombas, pestiñás y, muy en especial, el desarrollo de las fases preliminares del Concurso Nacional por Peteneras.

Visitarla es adentrarse en las raíces de un pueblo que respira flamenco por los ‘cuatro costaos’.